Extravío
por Marta Rosa Mutti
Hay un reino que no piensa. En él, los habitantes van hacia un abismo cegados por el incesante acecho y el gruñido de panteras que acompañan la oscuridad que los envuelve. Al llegar al precipicio la figura espectral de un chacal los recibe. Él es quien se queda con sus voces y les proporciona un abrigo, los hace pasar y ellos luego encontrarán un lugar donde el olvido hará su trabajo.
En medio de las tinieblas no les toma por sorpresa encontrar cientos y cientos de palabras apiladas, inmóviles que despiden cierto olor como rancio, el olor del miedo. Ellas fueron las primeras en caer en el engaño. Lo último que expresaron o escribieron fue algo así como…
El que hizo las tablas de la ley extravió la memoria y los sueños han muerto porque todos perdieron los pensamientos…
En la profundidad del foso los hombres y mujeres sin ideas se sumen en la nada. Incapaces de salir de este espanto, sin voces y sin memoria, ausentes y vacíos se deshacen en una ciénaga de silencio. Poco a poco pasan a ser ruinas. Son siluetas, figuras de ceniza que apenas reaccionan frente a un hueco que les asegura cierto refugio. Fuera de allí, el reloj de arena espera que la imaginación y las mentes abran alguna puerta. Él tampoco tiene voz, pero sí memoria y va y viene por ella incansable mientras deja pasar los granos vaciándose y llenándose. Es curioso, parece que el tiempo fuera un monstruo que se alimenta de sus propios pedazos. Los devora y de inmediato genera otros que poco después correrán la misma suerte. En tanto esto sucede, hay panteras que merodean por los bordes del abismo. Asoman intermitentes sus cabezas con las fauces babeantes abiertas. Observan con apetito las caras, los ojos, por si en ellos apareciera aunque más no fuera el reflejo de un pensamiento. Imperturbable el chacal las controla. Las guardias que hacen las fieras son infinitas, no hay descanso. Todos saben que los pensamientos no mueren, aunque el olvido y otras cosas intenten una y otra vez hacer su trabajo. Pero existe una posibilidad. El futuro mira hacia atrás, hay rumores dando vuelta que desatan alarma y comprometen su suerte. Eso significaría su desaparición y no convencido de lo que hoy sucede, tiene cierta inquietud de que todo resulte en un nuevo Armagedón. Las voces de los que todavía no son, dicen que no llegará su tiempo, que no tendrán oportunidad de vivir. Por lo que están atravesando en reversa el umbral para llegar a oídos de todos los que puedan. El futuro les reclama ponerse en marcha mientras el reloj de arena implacable marca la hora de este Apocalipsis.
Extravío, incluído en el libro, Extraña Oscuridad, Cuentos y relatos, edición 2015.
avatAres apuntes literarios y algo más - Anuario de letras - Publicación de Avatares letras, Escuela de escritura - Comunicate: 011 15 40752370 - centroavatares@yahoo.com.ar