Trasmutar y parirse, cosas de la poesía
Por Marta Rosa Mutti
La poesía es el canto interior del ser demudado ante su devenir y sus versos no solo transitan la vida y son repetidores de sus acciones sino que además vuelven la mirada hacia los misterios que pujan en el interior, conflictos, equilibrios y su lucha entre la gnosis y los instintos. Su Dios y su Diablo. La poesía como nunca anda en las calles. Basta mirar los afiches de propaganda ya sea anunciando un desodorante, un auto, o un paquete de fideos, o las frases pintadas en las paredes. Porque la palabra es un grito muy fuerte que lo denuncia todo, y por eso muchos la niegan y le temen porque lleva a pensar, a comprender, a elegir y como consecuencia, conduce a la libertad...Y esto es en sí el origen mismo de la poesía, anidar a la palabra para estos fines.
Siempre ha sido así y seguirá siéndolo. Vamos hacia atrás en la figura de la Sor Juana Inés de la Cruz, como mujer poeta y repasemos lo expuesto. Su lectura nos produce un sobresalto, nos descoloca dada su multiplicidad y frontal exposición. Nos encontramos que su ser emocional, está formado por millones de átomos de tristeza, abatimientos, sentimientos encontrados de odio – amor - pasión, ganas de fundirse en el todo y en la nada, esperanzas, desazones, huesos recubiertos, de carnes encendidas, fragancia de rosas, imágenes sorprendentemente bellas y manos que dejan escapar versos desde un cincel preciso, que sabe el destino de sus sesgo. Sor Juana poeta sacude un pasado, lo destila, lo diluye, y comienza a bosquejar su consigna de yo – poético, es allí donde comienza a trasmutar, a parirse en leitmotiv constante, juntamente con el bombeo del corazón y la mente. Entonces se produce la metamorfosis y ya no es Sor Juana, es universo. No importa a quién o qué, vaya dirigido el poema, la luz que enciende siempre estará conectada al misterio y en su hondura como historia se irá desgranando una fiebre que luego en cada quién devendrá en sangre y río alborotado en busca de la esencia del ser: la pasión.
De Amoroso Tormento… Fragmento
(En el que Sor Juana describe racionalmente los efectos irracionales del Amor)
Este amoroso tormento
que en mi corazón se ve,
sé que lo siento, y no sé
la causa por qué lo siento.
Siento una grave agonía
por lograr un devaneo
que empieza como deseo
y para en melancolía.
Y cuando con más terneza
mi infeliz estado lloro,
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza.
Siento un anhelo tirano
por la ocasión a que aspiro
y cuando cerca la miro
yo misma aparto la mano.
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