Gladys Mabel Suárez de Cleve - Santa Teresita, Pdo. de la Costa
El barrio de Flores cobijó su niñez y adolescencia. Se sabe que fueron años duros para él, su hogar de inmigrantes, en una Argentina simuladora de una prosperidad que disfrutaban unos pocos, modeló a un observador que tuvo la oportunidad de mostrarla en sus escritos. Ya en “El Juguete Rabioso”, hizo oír la voz de aquellos que no lograban encauzarse a través del trabajo, y convertían a la ciudad en un conjunto de inmigrantes que llenaban conventillos insalubres y paupérrimos, postergados por el sistema social de ese momento.
Tal vez el maltrato que recibía su padre al no conseguir incluirse en esa sociedad difícil, lo proyectaba hacia la figura del hijo. A los dieciséis años se va de su casa y emprende tareas que le permiten la subsistencia. Así fue, pintor de brocha gorda, aprendiz de hojalatero, y en ese tiempo frecuentó las bibliotecas de barrio, leyendo a grandes escritores rusos, franceses, españoles, de manera desordenada, aunque reveladora.
Cuando consigue insertarse en lo que realmente le interesa, su trabajo como periodista lo relaciona con ese mundo que ya lleva dentro y además le permite paliar sus carencias económicas. Y fue así, el periodismo, su medio principal de subsistencia. El que permitió que en sus momentos libres escribiera sus cuentos, cuyos temas, serían reiteraciones en sus novelas.
Muere muy joven. La temática de sus libros, marca diferencias. Los grandes diarios, dan cuenta de su fallecimiento en muy breves renglones. Es que la impotencia del hombre frente a esa sociedad que no le permite avanzar en sus ideales, es el tema obligado de sus escritos. Salta a la vista que intentarán relativizar las opiniones de este escritor al que le provoca humillación y angustia enfrentar a esa muralla de hipocresía de la sociedad burguesa.
Cuando Jorge Luis Borges, escribe uno de sus cuentos, El indigno relacionándolo con otro de Arlt: El juguete rabioso nos indica su reconocimiento hacia este autor, aunque sus procedencias de clase social sean disímiles.
Teniendo como guía a autores relevantes, mencionar a don Miguel de Unamuno, resalta y cierra la intención de esta nota... “El escritor solo puede interesar a la humanidad cuando sus obras se interesan por la humanidad”.
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