Mariana Enríquez.
Con ojos de lector
Chéjov y un árbol que dice sin hablar
El amor en el nuevo fantasy argentino
Borges también nos dejó el arrabal
Redescubriendo la Ciencia Ficción con Cordwainer Smith
¿Qué podemos decir de Peter Handke?
Jeanette Winterson ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?
A Salvo "Entonces comprendí el destino simple de un escritor"
Hebe Uhart y su cuento "En la peluquería"
Stephen King,
nos deja sin respuesta en "Mr. Mercedes"
La Redonda ¿Un reino de este mundo?
Visitanos en:
Lola Caloiero
Mariana Enríquez vuelca sus obsesiones macabras en ficciones y crónicas por igual, de lo que dan cuenta dos libros suyos recientes, la reedición de Bajar es lo peor su primera novela y los diarios de viajes de Alguien camina sobre tu tumba que registra sus singulares excursiones a cementerios de varias partes del mundo. Sus textos exploran el realismo sucio desde la cotidianeidad más afable, el terror, lo gótico y vampírico así como también lo supersticioso y folclórico como el vudú o las leyendas aborígenes y la fascinación por los cementerios, los muertos y sus tumbas.
“Siempre fui una chica oscura. De niña me gustaban las historias de fantasmas, las leyendas correntinas que me contaba mi abuela. Me gusta el género, me gusta el miedo, me gustan las sensaciones físicas que despierta lo macabro, lo tenebroso. Tiene algo que me provoca adrenalina que me levanta el ánimo”
Lo que vi al leer Los peligros de fumar en la cama me llevó a descubrir pasajes de mi propia infancia. Reviví esas tardes de domingo donde cada vecino ocupaba un lugar protagónico en la cuadra, el que se dedicaba a lavar el auto, los que se sentaban en la vereda a conversar, los juegos infantiles, las chicas más grandes que pavoneaban su belleza y mamá siempre con ojo vista custodiando mis juegos infantiles. Pero no solo vinieron a mi memoria esos recuerdos, sino también el recuerdo del miedo. Cada texto transita el miedo que nace del miedo mismo.
Rambla Triste y Chicos que faltan. Dos ciudades, Barcelona y Buenos Aires se pueblan de niños que desaparecieron. En Rambla Triste se manifiesta a través del olor que se escondía y con sus ráfagas arruinaba las calles más bonitas… En chicos que faltan tras la aparición de Vanadis ...apareció a la mañana siguiente, sentada en los escalones de la fuente principal del Parque Chacabuco y esa es la primera de las muchas apariciones que se suceden después en cada uno de los textos. En ambos textos las ciudades intentan borrar, desaparecer historias de un pasado nada transparente, en esa Barcelona rebosante de turistas y limpia aparece un pequeño que infecta a la ciudad con su olor, en Buenos Aires la re aparición de Vanadis desencadena la re aparición de otros chicos. En ambos casos las ciudades intentan sumirse en el olvido, sin evitar el olor, la aparición de aquellos que no quieren ser olvidados, de aquellos que se niegan a desaparecer una vez más.
El aljibe. En un ámbito del folclore correntino, plagado de imágenes de San La Muerte, altares con ofrendas, ritos, leyendas de Alma Mula y más, en esta historia se experimenta un miedo irracional e inexplicable que tortura y reduce la vida de Josefina al miedo mismo. Un miedo transmitido o tal vez heredado por parte de la abuela, madre y hermana. Resulta asfixiante la vida de Josefina, paralizada ante cada suceso que tiene una explicación racional, pero que ella termina por no aceptar del todo. Tal vez por cumplir un mandato familiar, por no saber cómo vivir sin miedo, es que vemos a una Josefina incapaz de enfrentar ese miedo que la paraliza.
La virgen de la Tosquera- Cuando hablamos con los muertos – En ambos textos sendos grupos de adolescentes están en una búsqueda constante, en un caso es tener sexo con Diego y en el otro es explorar el mundo de los muertos. El miedo a ser rechazado ya sea por un espíritu que excluye a La Pinocha por no conocer a ningún desaparecido y el miedo que experimenta Natalia por ser la única virgen del grupo, desencadena el miedo al rechazo, al ser diferente, al no encajar en los cánones del grupo, en una edad por lo demás compleja donde se comienza a forjar la identidad. Vemos la reacción de cada una de las adolescentes ante el miedo, en el caso de Natalia que tras ser ignorada y burlada por Diego es la única que llega a la cueva donde está la virgen y se transforma en esa virgen pagana y vengadora. En el caso de La Pinocha su reacción no es vengativa sino que queda traumada por esa cosa que la tocó.
Mariana Enríquez con sus paisajes cotidianos, lenguaje simple y esa cuota de horror nos hace transitar el miedo en sí mismo. Ese que nos paraliza, o el que nos transforma en vengador, o el que desde un pasado oscuro vuelve para reclamar la justicia no recibida. En sus textos todo se sucede al ritmo de las pesadillas, al ritmo de la vida misma, al miedo que experimentamos ante el miedo mismo.
*Textos consultados: nota de Javier Mattio, Ciudad Equis 2014.
avatAres apuntes literarios y algo más - Anuario de letras - Publicación de Avatares letras, Escuela de escritura - Comunicate: 011 15 40752370 - centroavatares@yahoo.com.ar