Deslizándose en la frontera inmortal de lo real y lo fantástico al ritmo de Samanta Schweblin.
Realismo sucio. La realidad que no deseamos ver.
Booktubers: los comentaristas literarios del siglo XXI.
Carol Oates, ¿Dónde vas? ¿Dónde anduviste?
Weird Gaucho, mojones de un súbgenero.
Oliverio Coelho. Los Intrusos.
El cuento de la criada. Margaret Atwood.
Meterse en una historia & Teatro.
Ficción, el escape de lo finito.
“Woodstock” 1969…Voces en un planeta en el que no había lugar para todos
Memorias de Radio. Dante Rabella, un artesano del tiempo.
Intertextualidad Siglo XXI en el Museo Virtual Pérez Celis
Ximena Espinosa
Cuando desperté a las dos de la mañana y encontré a mi hijo de 15 años aún frente a la pantalla de la computadora un montón de clichés se atropellaron en mi mente pero fueron abruptamente detenidos por la cara iluminada de mi hijo que saltando de la silla vino a mi encuentro para contarme lo que estaba haciendo. Había encontrado en internet un foro llamado Discord donde estaba discutiendo con otros fans teorías sobre el cómic que él sigue regularmente, también por internet. Fascinado de encontrarse con otros pares con quienes compartir aquello que a él le apasiona. Si bien como madre la preocupación de saber quiénes son esos otros virtuales sin cara, la sensación de pertenencia que vi en la cara de mi hijo fue impagable. Había encontrado con quién dialogar sobre los mismos intereses, sentir que no siempre es el de los gustos raros, y que a lo mejor dispersos por el mundo está su manada. Y para sorpresa final, me contó con los ojos brillantes, cómo en la mitad de la discusión online apareció el autor del comic a discutir con sus lectores y responder preguntas. Maravilloso es el mundo virtual en el que interactúan estos milenials y que para nosotros, los de más de cuarenta, es tan inimaginable que es más fácil tacharlo de irreal que intentar entender esta asombrosa manera de relacionarse y de consumir críticamente, mucho más que nosotros que crecimos sentados frente a un televisor que ofrecía solo cinco opciones.
Es verdad que están la mayor parte del día frente a algún tipo de pantalla, y será tal vez nuestro esfuerzo como padres proponerles actividades que no dependan de ellas. Pero, por otro lado, es innegable que ese uso de la tecnología los obliga a leer y escribir activamente, que consumen pero que a su vez producen con total naturalidad. Comentan contenidos con la autoridad que les confiere el mero hecho de ser lectores, y producen videos, cuentos, comic, hacen arte sabiéndose merecedores del derecho a expresarse con una libertad que nosotros no poseíamos.
Mi hijo ya me había sorprendido cuando empezó a publicar en internet su propio comic. Estaba inspirado en su comic preferido que el autor había decidido interrumpir, y a modo de homenaje, y tal vez motivado por esa falta, inició el suyo de manera similar. Los lectores lo recibieron con ese mismo espíritu; felices de encontrar alguien que hacía algo similar. Lejos de acusarlo de imitar al otro, lo felicitaban porque los hacía recordar a ese comic tan valorado por estos lectores. Mi hijo logró sostener su cómic por un año con una salida semanal ininterrumpida. Finalmente, cuando decidió terminarlo les propuso a sus lectores la posibilidad de que alguno lo continuara, y así fue. Estas vivencias conllevan un aprendizaje valiosísimo, que idealmente se hacía en el barrio, o debería darse en la escuela, o en el círculo social en el que se desarrollan nuestros hijos, pero que si falla, enhorabuena que nuestros hijos se sepan ciudadanos del mundo, con espíritu colaborativo y solidario. Será nuestro rol saber acompañarlos y aprender de esta ventana al mundo que tenemos abierta dentro de nuestras casas.
avatAres apuntes literarios y algo más - Anuario de letras - Publicación de Avatares letras, Escuela de escritura - Comunicate: 011 15 40752370 - centroavatares@yahoo.com.ar