Editorial

Apuntes literarios

Osvaldo Soriano.

Cuando se habla de cultura ¿de qué cultura se habla?

Lawrence Durrell, hechizo de una ficción.

Textos especulares & Lectores Co Creadores.

Juan José Millás, Ficción y Periodismo.

Conociéndolos: Martín Kohan / Eduardo Belgrano Rawson.

Rimas al Norte, Metáforas al Sur, Boedo & Florida.

El boom literario alemán.

Gastón Leroux, hacedor del ridículo.

Pero, ¿Qué fue El Modernismo?
...Entonces ¿de qué se trata el Post modernismo?

Manga.

Todo sabe a todo, desde el Zahir hasta el Aleph.

Contexto Cultural de lasTribus Urbanas.

Motivos de la Ficción.

Aprendiendo de Silvia Molloy.

Proust: Memoria en busca del narrador.

Del juego y la propia identidad.

La Joven Guardia latinoamericana, Santiago Roncagliolo.

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Ximena Espinosa

 

El juego es siempre una búsqueda de la propia identidad

La búsqueda y aceptación de la propia identidad en un mundo que se empecina en imponernos modelos que suelen distar muchísimo de como nosotros nos vemos y quienes somos en realidad se vuelve fundamental. Es por eso que proponer juegos en los que los niños tienen que elegir darle su sello propio al juguete es acompañarlos no sólo en el desarrollo de su creatividad, sino en la construcción de su identidad con la base de una autoestima sólida.

De aquí deviene quizás el desarrollo de juguetes llamados “didácticos” que proponen que el niño termine su juguete él mismo antes de empezar a usarlo. De este modo el juguete tendrá el valor del sello propio y único que cada niño le impronte. Cada auto de madera ensamblado por el niño y pintado por él mismo con su propio gusto por el color y su propio talento, hace que el valor de su juguete sea más que el material. En las nenas jugar con muñecas a las cuales ellas terminaron y decoraron a su gusto, les confirma no sólo que todo es posible y que no hay estándares único, ni rígidos, sino que el horizonte es tan amplio como la cantidad de creadores que habitan este mundo. Para estos niños la satisfacción de sentirse creadores y la valoración de aquello que partió de adentro de ellos mismos y que se materializó a través de sus manos, forma la base de una autoestima y una construcción del yo sólidas y para toda la vida, en lugar de tratar de forzar dentro de ellos aquello que se les impone desde el exterior como correcto, como válido e inequívoco.
No menos importante es la incorporación del proceso como parte del juego en un mundo donde todo es inmediato. El proceso de armado, de construcción de una obra, se convierte en una actividad fundamental que pareciera perderse en la generación que nació con el zapping, los juegos virtuales y el chat.
Así también sucede con la lectura, de ficción sobre todo, y la escritura creativa como parte de este juego de desarrollo de la propia identidad. La lectura nos propone siempre meternos en la piel de otro y vernos así reflejados, o no, en ese espejo. Y así por comparación y contraste es que el lector atento va descubriendo los secretos de su propio ser. La lectura cuanto más diversa, los transporta a mundos y situaciones nuevas, fomentando su imaginación como puntapié al desarrollo de su propia creatividad. Proveyéndose de esta manera de mayores herramientas; adquieren mayor flexibilidad a posibilidades diferentes que incidirán directamente en su propio proceso de creación, construcción y análisis.

Existe una colección de libros infantiles que proponen inclusive una participación netamente activa del lector, ya que al final de cada página el lector debe tomar la decisión de que acción tomar y según cual sea continuar la lectura en tal o cual página. Está propuesta propone que el lector se convierta co-autor de las experiencias de su personaje, ya que las aventuras están escritas en segunda persona.
De la lectura a la escritura hay nada más que un pequeño salto. Un buen lector guarda siempre adentro un latente escritor, y quien se anime a descubrirlo saboreará el vertiginoso placer de revelarle su propio ser a los demás. Quien disfruta de visitar los mundos que propone la ficción de seguro tiene guardados dentro de sí otros mundos imaginarios y miles de cuentos. En los niños la creación de cuentos es un juego diario. Las dramatizaciones y los diálogos con sus juguetes son todas exploraciones de su ser e interpretaciones del mundo que los rodea. Los cuentos son la base de nuestra identidad, de la de la propia familia, de la propia cultura. Qué niño no disfruta escuchando la historia de como se conocieron sus padres o como fue el momento de su nacimiento o sus primeras palabras o hasta sus primeras gracias y travesuras. Estas historias nos marcan, nos identifican, nos construyen y sostienen cuando el afuera nos impone constantemente un ideal inalcanzable.
Es por todo esto que la construcción de su propio juguete, su auto, su muñeca, una bufanda o su bijoux, con una combinación de colores y formas únicas y distintivas, la creación de nuestros propios cuentos ya sean autobiográfico o fantásticos construyen en el niño y recuerdan al adulto que la diversidad es necesaria e inexorable, que somos todos iguales pero que en las diferencias nos enriquecemos y nos reconocemos como únicos e irremplazables. Esta es la base de una sólida autoestima, la de saberse capaz de lograr algo propio, de tener algo valioso que mostrar a los demás, que devolver al mundo, y así poder salir de la tortuosa apatía de constantemente absorber y pasivamente aceptar lo que otros nos quieren imponer.

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