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Chanel N° 5

por Silvia Santilli

- Carrizo: alcanzame  el expediente.

- A la pirinola  está difícil. Prepará tres citaciones y date prisa porque el jefe me tiene las que te dije inflamadas.

- Inspector,  ¿a quién citó?

- A Isolina Buzzo, al Chango Sotera y  a Minino Cesiliano  para mañana a las 10 en la Jefatura. Si el  mandamás pregunta por mí fui  a la morgue  quiero disipar una duda, el aroma…

Pará Carrizo, pará, solo cítame a la señora y después veo si es necesario llamar a los otros.

Dibujo: Jorge Soto

En la declaraciones de Isolina Buzzo destacó algo importante, ella era la empleada doméstica y cuidadora de los niños de Cocó. Comenta que la noche anterior, el apodado Minino discutió violentamente con su patrona, dándole un bofetón,  hubieran acabado de la peor manera si no los separaba el Chango Sotera. Cuando los ánimos se calmaron, Minino le ofreció al gordo, 3000 pesos para que la noche del sábado no fuera al cabaret. Lo que no suponía que no había plata que le borrrara la necesidad de estar cerca ella, la que para él no era la puta más cara, sino la mujer que amaba.

Yo sabía que Minimo  era un donjuán  se dedicaba a la prostitución el que buscaba los mejores clientes y por supuesto: la droga, lo que no sabía si  la relación con Cocó  era sólo comercial. En cuanto al Chango Sotera: un tipo simpático, un silencioso admirador dispuesto a arreglar todo.

Esa noche fui al  cabaret,  el Chango atrapó una botella de Wisky cuando me vio llegar. Le hice una seña negativa y me senté en la barra. Pedí un café. A mi lado estaba Lulú, lucía una camisa transparente que le marcaban bien sus cualidades femeninas, sus piernas se balanceaban con suavidad atrayente, mis ojos volvieron a la Cocó de la morgue, a su piel cerosa, igual seguía siendo la más linda, pensé. En segundos un maduro canoso se acercó atraído por tanta belleza.

La invitó con una copa, ella no aceptó, si le respondió a su nombre. Lulú - le dijo  él con voz melosa -, esto es para endulzar más tu belleza, un frasco de perfume Cocó Chanel N° 5.

Apagué el pucho,  me dirigí a la Jefatura.

- Carrizo pasame el expediente de Cocó y avisale al jefe que se apure con el  allanamiento, la próxima víctima está en camino.

 

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Silvia Santilli, entre sus libros, Pinceladas del Alma, Cuentos y Poesías. Soy tu Gusano, Cuento Infantil.

 

 

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