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ESPIRALES DE LA FICCIÓN

 

 

Despertar  la sensualidad  en el lector desde la obra escrita

Repasemos este texto de Cortázar  el manejo magistral de los sentidos, la pasión y los sentimientos. Un  trabajo donde todo está vivo, late, se mueve. No se describe, no se  narra, sino que se encarna y da cuerpo a estos estados, y de esta manera, escapa del contexto papel  = símbolo,   transformándose en sabor, olor, placer, tacto.
En síntesis: cómo abordar las fronteras del erotismo a través de un  alto y cuidado registro literario donde el manejo poético de la trama  luce sus galas.

 

Toco tu boca

Fragmento de Rayuela, de Julio Cortázar

 

Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

 

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