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Hugo Mujica y su poesía

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POESÍA

 

 

Luis Elorriaga

Nada es tan poderoso como el silencio.
Y si no hubiésemos nacido en el seno de la palabra,
jamás podría haber sido quebrado.
Rainer M. Rilke

Abordar la poesía de Hugo Mujica parece una tarea sencilla. Sin embargo, resulta todo lo contrario. Su obra esta llena de indicios que no se aprehenden naturalmente. Sólo asoma como la punta de un iceberg. Abajo, casi escondida, se observa la riqueza, un número infinito de rumbos poéticos que desorientan y al mismo tiempo apuntan con certeza al blanco buscado, a veces nada fácil de alcanzar.
De su poesía se dice: “…supone el encuentro con el silencio trascendente...” (p. 35)1
Puede agregarse que leyendo y releyendo sus poemas surge, no siempre con nitidez, el silencio que apresa conceptos y formas que nos inspiran y sacian la veta lírica y despojada, que lo distingue, sin abandonar el significado que abordan sus palabras que por momentos parecen lamentos y en otros reflexiones cargadas de sentido que acosan al silencio confirmando su presencia. Entonces se confirma que “…Frente a la valoración social de la elocuencia, la poesía acepta la mudez…” (p. 17)2
En el poema EL ANUNCIO muestra su quehacer poético claramente:

Raro relámpago del
instante,
brilla y ciega sobre
un plato blanco y vacío.
Hay que acoger el fulgor de la ausencia,
reflejar
el don de lo que no está
en cada cosa que creamos.

 

La breve inspiración que provoca el relámpago es el instante en que el brillo de la verdad abreva en un plato blanco y vacío (¿inspiración?), para finalmente alejarse en la ausencia del misterio que no se manifiesta en las cosas creadas.
¿Cuánto se dice? ¿Cuánto no se dice? Aquí se halla el meollo de la poesía de Mujica. No es ocultación: es interioridad, conquista de lo esencial sin manifestarlo; es creación enhebrada en el silencio que asoma bruscamente y se apropia de la voz del poeta.

OTROS POEMAS:

EN PLENA NOCHE
También en plena noche
la nieve
se derrite blanca
y la lluvia
cae
sin perder su transparencia.
Es ella, la noche,
la que nos libra de los reflejos,
la que nos expande
las pupilas.
Lo que busca con su bastón
el ciego es la luz, no el camino.

DESMESURA
Cuando el alma ya es carne,
cuando se vive desnudo,
todo el afuera es la propia hondura,
desde cada otro
se escucha el propio latido.

VIENTO EN EL VIENTO
Viento en el viento,
llueve sobre el mar
y ni crece ni disminuye el agua.
Desnudo se es todo rostro:
un tajo es siempre un tajo entero.

HACE APENAS DÍAS
Hace apenas días murió mi padre,
hace apenas tanto.
Cayó sin peso,
como los párpados al llegar
la noche o una hoja
cuando el viento no arranca, acuna.
Hoy no es como otras lluvias
hoy llueve por vez primera
sobre el mármol de su tumba.
Bajo cada lluvia
podría ser yo quien yace, ahora lo sé,
ahora que he muerto en otro.

 

Reseña biográfica:

Hugo Mujica es Poeta y Ensayista argentino nacido en Buenos Aires en 1942. Desde pequeño se aficionó a la lectura, estudió Bellas Artes, Filosofía, Antropología Filosófica y Teología. Viajó a Estados Unidos en 1961 donde desempeñó varios oficios y posteriormente ingresó a un monasterio trapense cerca de Boston. En 1970 regresó a Buenos Aires como monje, viajó por varios países europeos, se ordenó como sacerdote, y empezó a publicar su obra a partir de 1983. Entre sus principales libros de ensayos se cuentan “Kyrie Eleison” 1991, “La palabra inicial” 1995, “Flecha en la Niebla” 1997 y “Poéticas del vacío” en 2002. De su obra poética merecen mencionarse “Brasa blanca” 1983, “Sonata de violoncello y lilas” 1987, “Escrito en un reflejo” 1987, “Paraíso vacío” 1993, “Para albergar una ausencia” 1995, “Noche abierta” 1999, “Sed adentro” 2001 y “Casi en silencio” en 2004.

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1) Monteleone, Jorge (2010), 200 Años de Poesía Argentina, Buenos Aires, Alfaguara.
2) Genovese, Alicia (2011), Leer poesía. Lo leve, lo grave, lo opaco, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

 

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