Florencia Luz Muñoz
Existen dos vertientes del teatro que son el punto blanco de los prejuicios del público: el teatro musical y el teatro del absurdo. Ya sea porque no entienden la obra, porque no les interesa demasiado reflexionar sobre los temas que esta presenta o porque fueron a verla solo por obligación, a la mayoría de las personas, por lo general, no les emociona ir a ver una obra musical o una obra del absurdo.
¿Hasta qué punto se puede considerar absurdo el teatro del absurdo?
Atardecer del domingo 4 de agosto de 2013, sala Martín Coronado, complejo teatral San Martín. Estaba a punto de presenciar una inquietante obra que iba a cambiar mi concepción no solo acerca del teatro sino también sobre la vida en sí. Una de las obras más famosas del teatro del absurdo: Final de partida del irlandés Samuel Beckett, gran exponente del absurdo. La obra gira en torno a Hamm, un anciano postrado en una silla de ruedas que espera la muerte y le hace la vida imposible a su sirviente. Estos dos personajes junto con los padres de Hamm son los sobrevivientes de una catástrofe que aparentemente exterminó a la humanidad. En primer lugar, debemos considerar las dicotomías que se hallan en esta obra maestra y las consecuencias que generan. Hamm es el amo, no se puede parar, está ciego, es malo y no le importa nada ni nadie. Clov es el sirviente, no se puede sentar y cada día odia más a Hamm. Sin embargo, si Clov deja a Hamm, Clov se moriría porque nadie le daría comida y Hamm también se moriría porque nadie lo cuidaría y lo alimentaría. Por lo tanto, si Clov decide partir no solo estaría matando a Hamm sino también estaría cometiendo un acto suicida. Esta observación es crucial ya que gracias al choque de personalidades y a la relación amor-odio que se observa entre los protagonistas el espectador es atraído por este concepto y se remonta a situaciones típicas de la vida cotidiana e inmediatamente se pregunta, por ejemplo: ¿por qué podemos llegar a odiar tanto a quien más se ama?, ¿y por qué frente a su ausencia el final no nos parece tan lejano y remoto sino muy cercano e inevitable? El hecho de que los padres de Hamm estén en dos tachos de basura y que Hamm los odie y los ignore todo el tiempo forma parte de otro aspecto sobre el cual el público puede recapacitar acerca de la sociedad. Ahora bien, si nos detenemos un instante en el panorama que se presenta y se desarrolla en esta obra, podemos pensar en las siguientes cuestiones que nos rodean continuamente: ¿Por qué hay dejar de lado a los padres de avanzada edad cuando están próximos a la muerte?; ¿por qué hay que ser tan egoísta?; ¿por qué hay que llegar a esa etapa apocalíptica en la que todo se termina y no hay ninguna señal de esperanza? En una de sus últimas entrevistas, el célebre actor y director Alfredo Alcón expresó que “la imaginación de Beckett se va pareciendo cada vez más al mundo real; no resulta ya tan apocalíptico, aunque lo sea. Es decir, no es que Beckett no corresponda a nuestro cotidiano sino que, quizá, no nos atrevemos a reconocerlo. O no nos damos cuenta de hasta qué punto, al mirar por la ventana, vemos que en el futuro no hay nada”.
La comedia musical: ¿género digno de ser respetado y apreciado por el público?
Muchas veces escuché las frases “¿vas a ver musicales? Eso no es teatro de verdad” o “me molesta que me canten la historia... si es que la hay”. Sin embargo, la realidad es que afortunadamente el género musical se ha consolidado en Argentina en el transcurso de los últimos años. Claro está que este género siempre fue muy bien recibido en Broadway y en el West End londinense, lugares en los que el musical floreció y se desarrolló nutriéndose del arte de los siglos XIX y XX.
Siempre existió la vacilación cuando uno quería referirse al género de una obra y decir que pertenecía al “teatro musical”. Pablo Gorlero, en su libro Teatro musical I, expresa que el género en cuestión es “muy complejo, sin características absolutas y en permanente evolución”. Por un lado se ubican las grandes y destacadas producciones musicales de todos los tiempos, algunas de las que fueron traducidas y adaptadas para subirse a las tablas en nuestro país. A continuación enunciaré un puñado muy acotado de tales obras: Chicago, Cabaret, El fantasma de la ópera, Mamma Mia, Hairspray, Vale todo, Sweet Charity, Los miserables, entre otras. En el inconsciente colectivo se percibe la sombra de la intertextualidad cuando llegan a nuestros oídos frases como “La vida es un cabaret” (frase perteneciente a Cabaret) o “Y siga el jazz” (frase perteneciente a Chicago). Sin embargo, por otro lado se sitúan el off Broadway y el off off Broadway, es decir, el grupo de obras que se representan en los circuitos no comerciales y en teatros de una capacidad que oscila entre las cien y quinientas butacas. Estos musicales se caracterizan por presentar conflictos que a veces se dejan de lado o que son tratados desde otro punto de vista por la comedia musical tradicional; además, en algunos de estos musicales no comerciales, a diferencia de la orquesta en vivo tan característica de los musicales tradicionales, se ofrece una banda de músicos más reducida y en muchas ocasiones las canciones están teñidas por melodías rockeras. Entre las obras más conocidas que nacieron como proyectos no comerciales pero muy profundos e interesantes se encuentra Rent: uno de los musicales más exitosos de la década de 1990. Este musical narra la historia de un grupo de bohemios de Nueva York que tienen sida y que tratan de sobrevivir el día a día en una ciudad tan frágil y oscura como ellos. También debemos señalar al musical Despertar de primavera, que habla sobre el despertar sexual de los adolescentes en Alemania hacia fines del siglo XIX. Casi Normales es uno de los musicales que salió a la luz en 2008 y que encarna una temática no solo intrincada sino también dueña de un fuerte impacto que estalla en las partituras rockeras que ayudan a contar la historia de una familia que aparenta ser como cualquier otra pero que en realidad no lo es, cabe aclarar que el personaje de la madre, el corazón del hogar, es bipolar. Este musical despierta un gran interés por parte del espectador que, con toda certeza, se siente identificado con algún aspecto de la historia en un determinado lapso de la obra. Por lo tanto, este paisaje dramático y musical lleno de variedad en cuanto a montaje y temática nos lleva a indicar que el pensamiento que muchas veces el público tiene no es el más acertado.
Bibliografía:
Gorlero, Pablo (2013). Teatro musical I. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Emergentes Editorial.
Teatro, Revista del Complejo Teatral de Buenos Aires (mayo de 2013). Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Emede S.A.
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