El desafío de crear nuevos espacios identitarios de transformación sociocultural
Contenido Mítico, Vía Dolorosa
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CRÓNICA
Martin Orazi,* Santa Teresita
¿Cuánto hay de común entre Pablo Díaz y su camada del Colegio Nacional del ´76 con Rodolfo Walsh; con el colectivo nacional de periodistas, familias de las víctimas y familias que aspiran a la NO víctima, adolescentes, adultos de la tercera edad, niños y gente de todo el espectro social que impulsaron este 2015 la movilización nacional contra la violencia de género? Sin ir más lejos ¿Con Viviana Zubiaurre y el colectivo Memoria Activa Darío Jerez? ¿O aquellos colectivos que velan por el reconocimiento de los derechos a los pueblos originarios? Todos denotan un compromiso profundo con la realidad sociocultural de sus respectivos contextos, un compromiso de transformación. Una puja por erosionar las nociones hegemónicas que atacan injusta y violentamente el bienestar comunitario.
Pero algo más opera en conjunto entre todos estos sujetos y grupos. Es, entre otras tantas coincidencias, el espacio de identidad que construyen. Político, sí, pero no partidario. Claro está que es relativamente difícil poder proponer otra visión del mundo sin un consenso que la legitime, pero no imposible. Todas estas luchas han generado en nuestro territorio, indiferentemente de la época, nuevos íconos y espacios de identidad, espacios desde dónde mirar el mundo y pelear por una visión más justa e inclusiva.
Estos ejemplos permiten explicar un poco mejor por qué y para qué surge Cultura Costera, pero sobre todas las cosas entender qué es este colectivo cultural que funciona en el Partido de La Costa. No queremos comparar aquí una lucha más o menos honorable, pero sí poner sobre la mesa los puntos de coincidencia que resaltamos anteriormente: Cuán ardua es la tarea de crear nuevos espacios de consenso.
Cultura Costera surge ante la iniciativa de un grupo de jóvenes de poder compartir sus herramientas académicas y artísticas (las cuales no necesariamente deben separarse en su descripción) en un espacio físico y simbólico, sin influencias partidarias. Sus objetivos radican en explorarse como comunidad, sorprenderse, producir y reproducir valores más cercanos a la cultura popular; pero por sobre todas las cosas invitar al sujeto a ser partícipe de la construcción de su cultura, de su realidad social y política, transmitir justamente lo que se enuncia en un principio de estos apartados: Proponer otra forma de mirar el territorio, por más trabajosa que sea esa tarea.
Cultura Costera apuesta a que se desarrollen nuevos tipos de colectivos, con distintas lecturas sociales pero con un punto de coherencia: Estimular en el territorio la praxis independiente, revalorizar las herramientas que cada uno porta como sujeto social y renovar la cultura constantemente.
En sus comienzos de Septiembre del año 2014, Cultura Costera se manifestaba como pequeños eventos en donde el público podía concebir y reconocer una novedosa forma de exposición artística, en donde el protagonista principal era el arte, su mensaje y no el artista. Entendiendo al arte como una forma sobresaliente para transmitir mensajes, sin las lógicas de la economía atropomorfizada en el “costo-beneficio”, no solo mostraba en eventos pequeños grupos de identidad de la región, sino que apostó a la intervención urbana con grandes obras de pintura en murales.
Cuando los viejos y nuevos integrantes de Cultura Costera comenzaban a percibir que las ideas que se proponían adquirían dimensión pragmática luego de ser debatidas y consensuadas, las apariciones se multiplicaron: Ya no eran solo eventos y murales para apoyar, crear o revalorizar causas, sino que asomaban ferias de intercambios de libros y jornadas reflexivas de carácter más formal. Así sucedió el evento de reinterpretación de la diversidad cultural, el apoyo a la corriente nacional del “Ni una menos” y la última aparición en la Biblioteca pública Alfonsina Storni, con una jornada reflexiva llevada a exposición y debate sobre qué nociones estaban circulando sobre lo femenino en nuestro territorio. “La Mujer de La Costa” fue un evento con una gran convocatoria y compromiso por parte del público para intentar deconstruir las concepciones simbólicas que giran y establecen nuestras nociones de lo femenino.
Se puede adjudicar reduccionistamente una visión utópica de Cultura Costera, como espacio que cree en la transformación sociocultural, como la desvalorización de la palabra imposible, como un grupo de trabajo sin exigencias ni condiciones imperativas, como una búsqueda constante. Quizá de eso se trate, de transitar la trama, de crear la trama; siendo la utopía el único motor que genere la cantidad de deseo necesaria como para volcar tiempo y dedicación a explorar nuevas formas de producir y reproducir la cultura. Pues es evidente que tanto a Pablo Díaz con sus pequeños compañeros del Colegio Nacional de La Plata o el mismísimo Rodolfo Walsh partieron a andar motivados por un horizonte imaginario. Quizás el andar es la experiencia más cercana a la libertad y, como supo decir alguna vez Nina Simone, “la libertad quizás sea solamente no tener miedo”.
*Cultura Costera
Azul Nazarena Rodríguez Moschitta / Carla Barrio / Gastón Villalba / Juan Manuel Rey / Asunción Echandi / Eliana Belén / Macarena Trapano / Melisa Blanco / IvannaWasermann / Darío Ferreira / Romina Pardo Brown / Silvia Diaz / Ivana Dubra / Marina Álvarez / Emiliano Arias / Matías Blanco / Gonzalo Arias / Aranza López / Ana Paula Carossino / VictorLorusso / Úrsula Riso / Florencia González / Matías Micó / Emmanuel Lasalle / Florencia Reiser / Priscila Casigno
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