El desafío de crear nuevos espacios identitarios de transformación sociocultural
Contenido Mítico, Vía Dolorosa
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Rescatando protagonismos del Yo... José de San Martín
La fisonomía cognitiva de la muerte
Los límites ¿una isla perdida?
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CRÓNICA
Enrique Cerezo, Santa Teresita
¿Que es el “Ser Nacional”?
¿Un mito? ¿Un título? ¿Un sentimiento? ¿Es incólume o varía según los tiempos?
Cuando en 1813 la Asamblea Constituyente aprueba la Marcha Patriótica que derivaría luego en nuestro Himno Nacional, nuestro patriotismo estaba imbuido de un “americanismo” emocionante. Recordemos:
¿No los veis sobre México y Quito
Arrojarse con saña tenaz?
¿Y cual lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
Con seguridad, todos los criollos sentían ese “argentinismo”.
Después soplaron otros vientos. La llegada de Sarmiento a la escena nacional, va modificando estos paradigmas y el ser nacional tiene mucho que ver con la instrucción alcanzada (deliberadamente no hablo de educación) y dictada por maestros foráneos. El ser nacional no se siente, se intelectualiza. Pero en medio de ese contexto llega José Hernández, un intelectual que está en las antípodas de Sarmiento y Mitre, y su “Martín Fierro” viene a denunciar injusticias pero también a decir que el Ser Nacional es la argentinidad que “se siente”.
Llega el siglo XX, y los denunciados por Martín Fierro ganan la escena nacional. Europa es el espejo, nosotros debemos ser su reflejo, pero con el orgullo del dinero que mostramos en la Europa de la post guerra. Y debemos poner a tono hasta nuestra “Canción Patriótica”. Quitamos estrofas, acomodamos versos y dejamos un himno hermoso… pero arrogante.
El siglo XXI nos encuentra frente a un mundo globalizado. Las banderas importan menos que el poder económico. El Ser Nacional se diluye entre logros empresarios y egoísmos propios.
Pero aún hay esperanzas. Si recorremos a lo largo del país todos los centros tradicionalistas, encontraremos gente que ama a su país desde sus entrañas. Los caballos con cintas argentinas, los colores celeste y blanco hasta en las vainas de los facones, y si uno se acerca durante una fecha conmemorativa nuestra, lo saludan con un “Feliz Día de la Patria”.
Quiero creer que es el triunfo final de Martín Fierro.
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