Regreso
Por Norma Vinciguerra *
egresar después de tanto tiempo me produce nostalgia. Buenos Aires ya no es la misma. Las personas van de prisa por las calles y los caballeros no ceden el paso a las damas. Por cierto nadie usa sombrero. Todo es diferente. Logro parar un taxi luego de varios actos fallidos. – A Córdoba y Esmeralda, – le digo al conductor quien apenas me saluda. Continúa con sus malos modales y me deja a distancia de la acera cebada de vehículos coloridos. Intento introducir la llave en la cerradura, pero no logro completar la simple operación de abrir la puerta. Dándole los buenos días, me acerco al hombre que lustra los bronces de la columna que sirve de sostén a una base repleta de botones, le pregunto por qué motivo no me comunicaron los cambios.
– Buenos días señora. – Contesta el hombre que deja por un instante de pasar el trapo. – ¿A qué departamento se dirige?
Es natural que no me conozca como yo tampoco a él. Lo que me cuesta es aceptar la cantidad de novedades producidas en mi corta ausencia.
– Al segundo B.
– ¿Usted es la nueva inquilina?
– Yo no diría nueva pero, sí hace unos meses que me trasladé a Mar del Plata, quien es nuevo es usted.
– No, hace quince años que trabajo aquí y sin embargo no la tengo presente, casi le diré que es la primera vez que la veo ¿cómo es su nombre?
– Alfonsina.
El hombre me mira enajenado. ¿Cómo es posible que mi nombre no le es familiar?, quizá no tenga afición por la lectura. No quiero empezar una discusión, estoy cansada, sólo deseo recostarme. Se lo hago saber, pero antes de que respondiera nos interrumpe el chillido de los cláxones que estallan en mi cerebro. Por un momento pierdo el conocimiento. Nada se parece al canto del agua, ni a las olas. Nada es igual. La ciudad es un dragón que seduce a los habitantes con sus llamas y a ellos no les importa quemarse. El mar, tiene paz. La voz que me reanima viene de aquel extraño, que gentilmente me sienta sobre un mullido sillón dentro del lugar.
– Señora ¿cómo se siente, quiere que llame una ambulancia?
– No es necesario. Voy a dormir, acuésteme.
...
*Norma Vicinguerra. Mención de Honor en el género cuento, 8° concurso Capitalino y Provincial de Poesía y Cuento 2009 de agosto de 2003, otorgado por la Editorial Baobab, Premio Estímulo Julio Cortázar año 2010, otorgado por el centro de Narrativa y Poesía Avatares. Integrante del jurado del concurso literario del Rotary Club de Villa del Parque 2010 y 2011, integrante del jurado del 1er. Concurso literario del CILSAM 2012.
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