inicio avatares letras webAvatares letras - Anuario de apuntes literarios y algo másstaffnumeros anteriores de Avatares letraslinks relacionadoscorreo lectores Avatares letras

 

Inicio

Notas

Cuentos

La frontera del amanecer

La condena

Pueblo Espejo

El Tábano: Picar para resistir

La Llaves

Olvidable

Reencuentro

La hija del Almirante

Capítulo Cero

Grietas

Aroma a menta

Gatos y lluvia

Pangea

Ellos

Los tres

El viaje

Conjurar el miedo

Cortada El Disimulo

Las zapatillas de baile

Voces

La casa de doña Evarista

Fondo

Celebración

Regreso

¿Y por qué, mamá?

La sombra de la araña / La cita

En voz baja

¿Quién sos? / La Espera

El Mausoleo encantado

Los últimos

Notas de Edición

Relato poético/Poesía Narrada

Contacto

 

 

¿Y por qué, mamá?

Por Ximena Espinosa *

 

i te hago una pregunta, ¿me vas a decir la verdad?
- Sí, claro.
- ¿Él sabía que estabas embarazada… cuando se fue?
- Sí.

- Pero, y entonces, cómo…?
- Y bueno… a lo mejor no se animó.
- ¿Y vos sí?
- Sí, yo sí. Es distinto para las mujeres.
- Por qué no tienen opción.
- Bueno, sí tenemos opción, pero como los sentimos adentro nos encariñamos enseguida con la idea de ser mamás a lo mejor. ¿Entendés?
- Sip. Pero …
- ¿Qué?
- No estaban casados.
- No.
- ¿Y no quiso casarse con vos cuando se enteró?
- No podía.
- No quería.
- No sé, al principio se puso muy contento, pero después no se pudo.
- No puede ser. Hay algo más. Contame. Ya tengo 12 años, soy grande, contame como fue.
- ¿Y si lo hablamos más adelante?
- No, quiero saberlo ahora. Soy grande. Tengo derecho a saber porqué me dejó. ¿Por qué nunca vino a conocerme?
- Es complicado, Martín.
- ¿Por qué? Decime. Quiero saber. Tengo derecho.
- Sí, tenés derecho a saber si querés.
- Quiero. Contame.
- Tu papá ya estaba casado.
- Ah.
- Pero se llevaban muy mal. Él quería separarse.
- ¿Y?
- Y bueno, a veces es difícil tomar esa decisión.
- ¿Dónde lo conociste?
- En el trabajo.
- ¿Y se enamoraron?
- Sí, a primera vista, como dicen.
- Bueno, y entonces por qué no se separó y se casó con vos.
- Cuando quedé embarazada de vos se puso muy contento. Decía que a lo mejor esto le iba dar la fuerza que necesitaba para tomar la determinación de separarse de su mujer.
- ¿Y?
- Y bueno, no pudo.
- Se quedó con ella.
- Sí.
- ¿Así nomás? Pero, ¿qué te dijo? O te podía seguir viendo en secreto... y a mí.
- No, ella se enteró …
- … y se armó un lío tremendo, obvio.
- En fin, Martín, cosas de grande. Es difícil de entender.
- Explicame.
- Supongo que se asustó.
- ¿De ella? ¿Cómo un hombre se va a asustar de una mujer? Me estás mintiendo.
- No. Yo lo entendí… un poco.
- Yo no, no entiendo. ¿Cómo puede ser? Yo soy su hijo, no me quiso conocer.
- Una vez te vio.
- ¿En serio? Entonces… se desilusionó.
- ¡No! ¡No! Si hasta lloró de emoción.
- No te creo.
- Te lo juro. Eras un bebé hermoso, perfecto. Tenés mis ojos pero sos igual a él.
- ¿De verdad me parezco a él?
- Sí, me acuerdo de él todos los días cuando te veo. Son muy parecidos. Pero vos sos más lindo todavía.
- Basta, mamá. ¡Decime la verdad!
- ¡Es verdad! Vos sos más lindo.
- ¿Por qué no se quedó con nosotros? No nos quería. No le gustamos.
- No, no es eso.
- Pero si vos siempre me decís que soy tu hijo, que soy lo que más te importa en este mundo. ¿Cómo puede ser que a él no le importe su único hijo, que ni siquiera lo viene ver?
- No, él …

- ah… tiene hijos...
- Sí …
- … entonces los prefirió a ellos.
- No, en realidad... bueno, sí los adora, claro, por eso nunca se separó de su esposa.
- Claro, no quería tener más hijos.
- No, no es eso. También fue en parte para protegerte a vos.
- ¿A mí? ¿De quién?
- De ella supongo. Cuando se enteró de lo nuestro se enojó mucho y le dijo que no lo iba a dejar ver nunca más a sus hijos.
- No puede hacer eso.
- No creo, pero no es una mujer muy estable. Es bastante difícil. Está enferma.
- ¿De qué?
- Es una enfermedad psiquiátrica. Supongo que él tuvo miedo que se la agarrara con los chicos, o contra mí. Y por eso nos separamos antes de que ella se enterara del embarazo.
- ¿Y se enteró?
- Creo que no. Me persiguió algunos meses y cuando se dio cuenta que de verdad ya no nos veíamos más con tu papá, me dejó en paz. Para cuando se me empezó a notar la panza, ya me había mudado a vivir con los abuelos, y tu papá pidió el traslado de sucursal para mayor seguridad.
- Mmmm.
- ¿Qué pensás?
- Nada.
- Decime, Martín, que pensás.
- ¿Y cuándo me vió?
- Cuando naciste.
- Estuvo ahí.
- Sí, estuvo ahí conmigo, con nosotros.
- ¿Adentro del lugar, con vos?
- Sí, en la sala de parto... al lado mío… dándome la mano... y sí te vio nacer...
- Mmmm.
- ¿Qué?
- Nada.
- ¿Qué sentís, hijo? Decime. ¿Estás bien?
- No sé todavía.
- Hijo, yo no ...
- ¡Pero entonces no soy hijo único!
- ¿Qué?
- Que tengo hermanos, ¿no?
- Bueno… y… sí...
- ¡Los quiero conocer!
- …

 

...

* Ximena Espinosa. Profesora en Inglés (Instituto Superior del Profesorado "Joaquín v. Gonzalez", CABA). Licenciada en Educación (Universidad Empresarial Siglo 21, Córdoba). Docente desde hace 25 años. Traducción de libros, entre ellos la colección bilingüe de poemas "Vulnerable Desnudez" de la escritora Marta Mutti. Colaboradora de la Revista Avatares, Apuntes Literarios con artículos y cuentos. Fundadora y editora de la revista infantil en inglés Smart Magazine.

 

Subir

 

 

marta rosa mutti

perfil Marta Rosa Mutti

Avatares - Centro de narrativa y poesia

cursos y seminarios - apasionarte

libros - Marta Rosa Mutti

Asterion letrario

vuelo de papel

novedades Avatares

textos y contextos - Avatares letras

serviletras

contacto-avatares

 

avatAres apuntes literarios y algo más - Anuario de letras - Publicación de Avatares letras, Escuela de escritura - Comunicate: 011 15 40752370 - centroavatares@yahoo.com.ar