Dossier
 
¿Qué mejor retrato de un escritor que mostrar a un hombre
que ha quedado embrujado por los libros?
"Ciudad de cristal" Paul Auster.

Querer penetrar en el mundo de Paul Auster, es internarse por laberintos situados en ambientes cotidianos, en busca de la identidad personal, pasando por situaciones mágicas, en una realidad urdida por la intriga y el misterio, donde el azar marca las circunstancias y el destino.
Ese es el mundo que el escritor nos ofrece en sus narraciones. Como en un laberinto, es fácil perderse entre la ficción y lo biográfico. La historia atrapa de golpe, y una vez en ella, el lector se fusiona con sus personajes y situaciones, se siente cómplice, y ya no puede salir hasta llegar al final del camino; para encontrar, muchas veces, una nueva historia, que puede llevarlo a otra.
En "La noche del oráculo" hay una novela dentro de otra novela, donde juegan la ficción y la realidad en el cuaderno del escritor. Los relatos proliferan, engendrando nuevos relatos que nos atrapan en su jungla narrativa.
El lector desprevenido puede creer que cada una de esas historias tiene comienzo y fin, pero, son sólo eslabones de una misma cadena. Sus protagonistas lejos de ser seres simples, son obsesionados, y el autor se involucra con la vida de ellos en las coincidencias, ya que el mundo está lleno de sucesos extraños y la realidad es mucho más misteriosa de lo que estamos dispuestos a creer.
Hay argumentos que recuerdan a Las ruinas circulares de Borges. Son cajas chinas que contienen una historia dentro de otra, reflejadas en un espejo infinito, el espejo de la propia conciencia, que es una forma de verse por dentro, o convirtiendo lo cíclico en una cinta de "Moebius", donde no hay límites para el adentro y el afuera, donde todo es circular.
La cámara fotográfica es otro de sus recursos extraordinarios, registrando las mismas situaciones, cambiantes con el paso del tiempo. Dice Paul Auster en Leviatán : "La cámara fotográfica como instrumento que registra presencias, una forma de hacer desaparecer al mundo, una técnica para encontrar lo invisible". El azar juega un papel importante en todos sus escritos. En un reportaje que le hace Mark Irwin, sobre su novela "La música del azar", le menciona una frase de Faulkner que él incluye en el libro "Hasta que un día,
asqueado, lo arreglé todo al ciego azar de una carta"
, y el autor comenta "Un día me

 

 

topé con ella mientras escribía el libro, por puro azar, y no pude dejarla de lado. Estaba ahí. Para mi la frase parecía articular todo el libro. El azar es parte de la realidad, continuamente nos vemos transformados por la fuerza de la coincidencia, lo inesperado ocurre en nuestras vidas con una regularidad casi paralizante. Las convicciones de toda una vida sobre el mundo, pueden desaparecer en un segundo. En términos filosóficos hablo del poder de lo fortuito. Nuestras vidas no nos pertenecen, pertenecen al mundo y a pesar de nuestro esfuerzo por comprenderlo, el mundo va más allá de nuestra capacidad de comprensión. Por eso, a veces la realidad es ficción, y la ficción se vuelve realidad."
En Invención de la soledad, plasma la imagen perfecta del ser solitario, como una presencia rodeada de nada.
Otro elemento que utiliza es la luna, a la cual define como un mito, reflejo de todo lo que oculta en nuestro interior. También, como la añoranza de todo lo inalcanzable, sin embargo, la luna encarna una repetición, la naturaleza cíclica de la humanidad. En su libro "El palacio de la luna", hay tres historias y las tres son esencialmente las mismas, repitiendo cada generación los mismos errores.
En una entrevista con Joseph Mallia, dice sobre sus libros "Yo trato de que las palabras impresas en las páginas de mis libros no sean simples símbolos, sino pasadizos para penetrar en nuestro inconsciente".
A menudo Auster, enreda a sus seres de ficción, repitiendo sus nombres en distintas novelas, y manteniendo muchas veces entre ellos una aparente relación, que crea falsas pistas.
Este constituye el misterio más atrapante que logra infundir a su obra.

Este es Paul Auster, nacido el 3 de febrero de 1947 en Nueva Jersey.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


De azar y coincidencias, Paul Auster / por Alice Ferreyra