Apuntes Literarios
 

...así como los hombres hacen hijos a las mujeres para anclarlas,
ellas deben hacer recuerdos a los hombres para retenerlos.

En la literatura argentina hay varios personajes femeninos que aman…, pero en este ensayo nos vamos a concentrar en dos personajes muy similares y distintos a la vez. Tomemos las novelas; Rayuela (1963) de Julio Cortázar y El pasado (2003) de Alan Pauls.
Me abstengo, por razones obvias, de presentarles a Julio Cortázar.
Nacido en Buenos Aires, en 1959, Alan Pauls ha enseñado Teoría literaria en la Universidad, ha sido guionista y crítico de cine y actualmente trabaja como periodista en Radar, suplemento dominical del diario Página 12. Es experto en la obra de Manuel Puig, Roberto Arlt y Lucio Mansilla. Pauls ganó el premio Herralde 2003 con la novela El pasado.
El argumento de El pasado es sencillo. Narra la historia de una pareja, Sofía y Rímini, que decide, por mutuo acuerdo, poner fin a trece años de convivencia. Al principio la ruptura parece tranquila y armónica. Como en la separación de Horacio y la Maga del famoso cap. 20 de Rayuela, en El pasado la ruptura es tan racional que a la protagonista le parecía “que a la escena le faltaba algo: forcejeos, una desinteligencia, una cuota de rencor, gritos, alguna irregularidad que afilara un poco esa especie de dulzura redondeada, protectora…”
Pero poco a poco la protagonista, Sofía, irá tejiendo sobre Rímini una red de atracción fatal, tan obsesiva y delirante que derivará en un verdadero caso de psicopatía. Rímini estará dispuesto a olvidar y mirar sólo adelante, Sofía a recordar continuamente y volver atrás.
La novela no trata sobre la pasión sino sobre lo que queda de la pasión una vez que ésta se extingue. Es un libro, como Rayuela, sobre el recuerdo amoroso y su persistencia. Pauls vuelve a la idea, obsoleta actualmente pero vivida por los románticos, neorrománticos y surrealistas, del Amor Absoluto y, en este sentido, retoma o continúa la línea de Rayuela. Hay un diálogo entre las dos novelas que construyen una teoría del amor idéntica o afín. Una teoría que es paradójica, tan dañina como atractiva.
Rayuela y El pasado son, fundamentalmente, dos novelas románticas, de amor y erotismo (el amor va unido al sexo en ambos casos), que parten de la misma tesis: “En el amor no hay pasado”. El capítulo 21 de Rayuela retoma el capítulo 1 con la pregunta esencial, la que le hará a Horacio jugar a la Rayuela: “¿Por qué no había de buscar a la Maga?” Por tanto Rayuela narra una historia de amor ya concluida, vista desde el recuerdo. Horacio deambula, vaga, busca en la vertiginosa Rayuela, y reconoce que desde la separación, - en sus palabras-: “cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos...”
En el caso de El Pasado, la novela se sustenta en la idea del recuerdo como centro del amor: el recuerdo delirante. Sofía, en la última parte de la novela, lidera una célula terrorista emocional que lleva por nombre “las Mujeres que Aman Demasiado”. En esa célula reside la idea central de la novela, como ocurre con el cap. 21 de Rayuela. Ese grupo de mujeres tiene una manera muy peculiar de entender el amor, que conforma una teoría y que reivindica la política de la memoria. Son mujeres que aman demasiado y que se proponen lograr “hacerles recuerdos a los hombres”. Es decir, que así como los hombres hacen hijos a las mujeres para anclarlas, ellas deben hacer recuerdos a los hombres para retenerlos. En las dos novelas, la memoria es la protagonista. Horacio y Sofía viven del recuerdo. Ambas novelas narran la batalla entre el recuerdo y el olvido.
Para una próxima entrega quedará el análisis de mujeres como: Emma Zunz, Clementina Villar, Beatriz Viterbo y la más significativa de todas: Ulrica.


Las mujeres que aman demasiado - por Juan Dahlmann (seudónimo)