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“El peligro de la historia única” de Chimamanda Ngozi Adichie
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Ximena Espinosa
“El peligro de la historia única” es el título de la charla que brindó Chimamanda Ngozi Adichie, la escritora Nigeriana de treinta y dos años por ese entonces, en el año 2009 en el marco de las conferencias TED en la ciudad de Oxford, UK. TED, cuya sigla significa Tecnología, Entretenimiento y Diseño (Technology, Entertainment and Design), es un ciclo de conferencias cortas muy interesante y de los más variados temas disponible en Internet con subtítulos en castellano, cuyo slogan es algo así como: “ideas que valen la pena difundir” (Ideas Worth Spreading).
En esta charla Adichie hace referencia al peligro de tener acceso una sola historia, es decir, una versión única de la realidad, de los acontecimientos, o hasta una sola visión de un pueblo, por ejemplo. Tener una sola perspectiva de la historia o una única idea de una persona o pueblo es peligroso, no porque ésta sola versión sea falsa, sino porque seguramente sea incompleta.
Adichie entonces cuenta ejemplos de su vida, tanto en donde ella fue víctima de prejuicios y a la vez cayó también en la misma simplificación.
Hoy se ríe cuando recuerda el momento en que conoció a su compañera de cuarto de la universidad en Estados Unidos quién, luego de estudiarla con cierta pena por el simple hecho de ser africana, se sorprendió al escucharla hablar en un inglés perfecto, sin saber que inglés es el segundo idioma oficial de Nigeria. Y como luego su cara mostró absoluto desconcierto, y hasta desencanto, cuando Chimamanda declaró que su cantante favorita era Mariah Carey y no algún grupo tribal africano.
Adichie cuenta cómo siempre le molestó cuando la gente habla de África como si fuera un país cuando es un continente. Y por ende el preconcepto de que todo y todos allí padecen de pobreza y enfermedades. Aunque esto es obviamente cierto en muchas regiones del continente, no los afecta a todos ciertamente.
Cuenta también como cuando niña escuchaba a su madre hablar de la pobreza en la que vivía Fide, un criado en su casa, y cómo se sorprendió cuando al visitar la aldea de Fide con su madre vio los hermosos canastos artesanales que hacía la madre de este. En su mente lo único que resonaba eran las palabras de su madre acerca de las condiciones precarias en las que vivían y jamás se le ocurrió que pudiera existir, o coexistir, allí la creación de algo bello. La simplificación de la realidad hace que no podamos pensar las situaciones con la complejidad de la que gozan, pobres sí, pero a la vez creadores de algo valioso.
Por eso, ella explica en su charla como estos pre-conceptos, estas simplificaciones nos alejan, ya que marcan, enfatizan las diferencias y borran las similitudes, haciendo al otro extraño, incomprensible y alejándolo de nuestra visión de la realidad.
Escritora consagrada a su joven edad con su primera novela brillantemente lograda “La Flor Púrpura” (“Purple Hibiscus”), dice que hasta siente cierta culpa cuando tratan de buscar hechos dolorosos en su propia biografía que inspiraran y dieran cuenta del logro de su novela. Pero admite con sencillez que la suya fue una infancia normal, de clase media, criada en un entorno familiar amoroso y un ambiente académico en la ciudad universitaria de Nsukka, donde sus padres eran profesores universitarios.
Lectora y escritora precoz, de niña los libros que estaban a su alcance eran ingleses y por consecuencia sus primeros personajes en sus escritos de niña, eran blancos y de ojos celestes, que jugaban en la nieve, y hablaban del clima y de cómo era hermoso que hubiera salido el sol. Nada más alejado de la realidad de una niña Nigeriana creciendo en un país donde siempre hace calor y la nieve no existe. Cómo podría ocurrírsele a una niña creciendo rodeada de literatura extranjera que los cuentos que ella pudiera crear mirando a su alrededor y con personajes con los que ella pudiera identificarse fueran dignos de llamarse literatura. Sin embargo, fue salvada de este pre-concepto cuando tuvo acceso a la escasa literatura Nigeriana. Inspirada por autores como Chinua Achebe, pudo convertirse a través de la literatura en una ventana abierta que muestra un lugar en el mundo, digno de ser contado, el de sus ancestros.
Ella confiesa haber hecho un largo recorrido para sentirse y convertirse en escritora representativa Africana, hoy ya reconciliada con lo la cultura que representa y la cual muestra al mundo con orgullo, siguiendo los pasos de su mentor Chinua Achebe.
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