Apuntes Literarios
 

¿Qué guarda la obra del poeta y dramaturgo inglés del siglo XVI para que siga vigente hoy a casi 400 años de su muerte? Será el amor o el odio, la sed de venganza y los celos, el coraje y el egoísmo, la adulación y hasta el vil engaño, el racismo y la avaricia, y la envidia que envenena las relaciones humanas. Estos son algunos de los temas que subyacen en la obra de William Shakespeare. Son temas inherentes a la naturaleza humana y por ende tan actuales hoy como en su época. Es por eso que sus historias pueden adaptarse casi a cualquier tiempo y lugar. Quien se adentre en esos mundos descubrirá la tragedia de los amantes a los que les está prohibido su amor; los celos que enceguecen al marido y lo llevan al borde de la locura; el hijo que busca venganza para su padre muerto en el nuevo esposo de su madre; el valiente discurso del líder que motiva a las tropas antes de la batalla; la competencia de las hijas por el amor de su padre, y éste que se deja engañar por la adulación; la ambición desmedida de quién hará cualquier cosa por llegar al poder; y el delirio que desata la culpa por unas manos manchadas de sangre que jamás volverán a estar limpias. Estos son tan sólo algunas de las ventanas que Shakespeare nos ofrece a quienes nos animemos a espiar.

¿Podrá el gran océano de Neptuno lavar esta sangre / limpia de mi mano? [...] / Aquí está el olor a sangre aún: todos los / perfumes de Arabia no podrán endulzar / está pequeña mano. Oh, oh, oh! Macbeth

Del papel...

Entre tragedias, comedias y obras históricas, se cree que su obra consta de 38 obras teatrales y 154 sonetos - los cuales se conocieron públicamente después de su muerte. Shakespeare escribió sus obras de teatro para que los actores pudieran representarlas - no para ser leídas - de modo que muchas se transcribieron luego de haber sido representadas varias veces y se recopilaron en lo que se conoce como el primer folio. A esto se debe parte del debate acerca de las verdadera autoría de las obras a él atribuidas. Lo cierto es que desde entonces estas obras han sido traducidas a todos los idiomas más hablados del planeta, y representadas en todo el mundo.

Al teatro...

Para aquellos que conocen poco sobre el dramaturgo y su época, la película Shakespeare Enamorado (1998) es un buen acercamiento a la magia de Shakespeare. Esta película es muy entretenida ya que juega con un Shakespeare poeta que se entremezcla con su personaje de Romeo, y así recrea el oficio de escribir jugando con una posible fuente de inspiración para Romeo y Julieta. Pero quizás lo más interesante sea esa ventana en el tiempo a la época de apogeo del teatro isabelino.
Los teatros de esa época, como La Rosa y El Cisne, eran circulares, semejantes al que luego sería conocido como el teatro de Shakespeare: El Globo. Este teatro se quemó durante una representación en 1613, fue reconstruido rápidamente, pero finalmente en 1642 demolido. Sin embargo, desde 1997 se puede disfrutar de su réplica en la margen sur del Río Támesis y vivir una experiencia única de ver una representación de Shakespeare bajo las estrellas o el sol de la tarde.
Estos teatros circulares contaban con una galería de gradas techadas en tres niveles que encerraban un patio central al aire libre donde los espectadores disfrutaban de la obra de pie - y si no ¡arrojaban manzanas! Ver el espectáculo sentado en los asientos de la galería era más caro, pero hasta se podía pedir un almohadón por un poco más de dinero. Las compañías de actores, como Los Hombres del Rey a la que Shakespeare pertenecía, viajaban por el país representando su obras. Frecuentes eran payasos y perros en el escenario ya que el efecto cómico era muy usado como alivio de tensión, inclusive en las tragedias. Las mujeres, sin embargo, tenían prohibido ¡subir a las tablas! De ahí parte del enredo y el humor de la película también.
Es durante la anacrónica escena del poeta en "su confesión semanal", aunque transcurre en los aposentos de un apotecario y parece más bien una sesión psicoanalítica, que se dan a conocer algunos datos biográficos de Shakespeare. Como ser el de la esposa y tres hijos que Shakespeare abandonó en Stratford-upon-Avon para ir a Londres en pos de una carrera actoral que terminaría convirtiéndolo en el más brillante escritor de todos los tiempos.

El mundo es un gran escenario, / y los hombres y la mujeres meros actores. / Como Gustéis

Al cine...

Casi todas las obras de Shakespeare han sido llevadas a la pantalla grande. Romeo y Julieta ha sido adaptada al cine en numerosas oportunidades. Una de las versiones más emblemáticas es la del director Franco Zeffirelli (1968) por su música y fidelidad a la obra original. Desde entonces miles de historias de amor se han inspirado en la fórmula de los amantes condenados a no estar juntos, en este mundo al menos, como el conocido musical West Side Story (1961). El asombroso director Baz Luhrman (1996) hizo una moderna y controversial versión de Romeo y Julieta fiel al argumento original pero situada en la California de fines del siglo 20. En esta singular adaptación con Leonardo Di Caprio en la piel de Romeo, Claire Danes en el rol de Julieta y Harold Perrineau en el magnífico papel de Mercutio, Montescos y Capuletos pelean a puro tiro en lugar de espadas, contrastando con los diálogos originales de la obra. El desafío mayor de la película fue tal vez seducir a los dos públicos, al espectador que disfruta de las palabras de Shakespeare en inglés antiguo, y a aquel que fue atraído por una filmografía de vanguardia. Es una versión muy creativa llena de pequeños detalles para el ojo conocedor. "Julieta es el este y Romeo el sol."
Otra famosa adaptación de Shakespeare por Franco Zeffirelli (1990) fue la de Hamlet, interpretado por Mel Gibson y Glenn Close como su madre. Si bien los diálogos, escenografía y vestuario son de la época, la performance tiene sabor muy contemporáneo con estas estrellas de Hollywood. Todos sabemos que ser o no ser, fue la gran cuestión de Hamlet. Ahora para saber que es lo que él no sabía si ser, hay que ver la obra.
Asímismo, el actor y director inglés Kenneth Branagh ha llevado al cine muchas de las obras de Shakespeare, como habría hecho el actor y director Lawrence Olivier a mediados de siglo. Branagh actuó y dirigió otra versión al cine de Hamlet (1996), la comedia de enriedos Mucho Ruido y Pocas Nueces (1993) junto a Emma Thompson, entre otras. Memorable fue su actuación en la piel del Iago, el instigador, junto a Laurence Fishburne en su brillante papel de marido enceguecido por los celos en la tragedia Othello (1995).

Oh! Cuidado, mi señor, de los celos; / es el monstruo de ojos verdes el que se burla / de la carme de la que se alimenta. Othello

Entre las históricas, Ricardo III tuvo también varias versiones muy creativas. Ian McKellen (1995) encarna al ambicioso e inescrupuloso Ricardo III. El giro de esta adaptación es que está enmarcada en una Europa con sabor fascista en la década de 1930. Años después la versión de Al Pacino Buscando a Ricardo III (1996) recrea los entretelones de la puesta en escena de una obra de teatro y la composición de los personajes que hacen los actores. Más recientemente Al Pacino protagonizó El Mercader de Venecia (2004), en inglés antiguo y en el contexto propuesto por Shakespeare, esta película se luce no sólo por sus actores, sino también por el cuidado de los vestuarios y escenografía.
Estas son sino algunas de las innumerables versiones y adaptaciones que se hicieran de las obras de Shakespeare para el cine. Todas han sido interpretadas en los teatros de todo el mundo a lo largo de estos cuatro siglos. En miles de idiomas. Con mayor fidelidad a los textos originales o con creativa libertad de interpretación. Con vestuario de la época o moderno, en inglés antiguo o contemporáneo, con o sin escenografía. Toda recreación de sus obras son nuevas interpretaciones que siempre suman y aportan algo novedoso.

A todos...

Para aquellos que aún le temen a Shakespeare, ¿cuál sería el mejor lugar por donde empezar? Cualquiera. ¡Todos! Una película o una ida al teatro, es quizás un buen primer acercamiento e inevitable enamoramiento. Una buena traducción al español o una fiel versión reducida en inglés moderno que deje traslucir la belleza del arte de sus palabras. Leer un breve resumen del argumento antes de embarcarse en el texto completo puede servir para no abandonarlo luego ante la primera dificultad. Para quien se anime a dar el salto a la obra completa en inglés antiguo, es aconsejable adquirir la versión con anotaciones que no sólo tenga el glosario en inglés moderno, sino que además tenga comentarios sobre el contexto histórico y las costumbres de la época.
De todas las obras Romeo y Julieta sea quizás la más fácil de abordar por ser la más conocida, y aunque Shakespeare nos anticipa en las primeras líneas que los amantes adolescentes mueren al final de la obra, los lectores (y espectadores) no dejan de conmoverse cuando llega el inevitable final. ¿Qué nos hace entonces seguir leyendo? La magia del uso de las palabras, la belleza en la elección y combinación de palabras. Así se lamentaba el padre de Julieta creyéndola muerta la mañana de su boda con el joven Paris:

La muerte la cubre como una helada temprana [...] / O hijo, la noche antes de tu boda se ha la Muerte acostado con tu esposa. Ahí yace ella, / la flor que era, desflorada por él.
La Muerte es mi yerno, la Muerte es mi heredero; /Mi hija con él se ha casado: yo moriré
Y le dejaré todo a él. La vida, el vivir, todo es de la Muerte. Romeo y Julieta

Shakespeare tenía un vocabulario de 7000 palabras, según Louis Marder. La riqueza de sus metáforas, comparaciones y personificaciones, no sólo por su belleza estilística sino por su contenido filosófico. Muchos dichos que usamos hoy en día provienen de alguna de sus obras. Por eso no importa por donde se empiece, lo importante es animarse a disfrutar de Shakespeare...


Shakespeare siempre vigente / por Ximena Espinosa