inicio avatares letras webAvatares letras - Anuario de apuntes literarios y algo másstaffnumeros anteriores de Avatares letraslinks relacionadoscorreo lectores Avatares letras

 

editorial Editorial

apuntes literarios Apuntes literarios

Emma Zunz de Jorge Luis Borges, ¿Justicia por mano propia?

Algunas consideraciones sobre la narrativa de Sylvia Molloy.

Floridablanca: Crónica de un poblado utópico en la Patagonia del S XVIII.

Registro Lingüístico, cómo contar una historia.

Carson Mc Cullers, única y perturbadora.

El Weird Western.

José María Merino, una grieta real fantástica.

El mito de la Caverna.

Subgéneros de la Ciencia Ficción.

Realismo Mágico… misterioso y cotidiano.

Intertextualidad, espacios libertarios.

Melodías, Kazuo Ishiguro.

Los parámetros que la cultura de hoy nos impone.

Visión roja y perfume.

¡Lope de Vega lo hizo!

Las babas del diablo, como ejemplo de fabulación ontológica y de mal decir.

La Belleza del Lenguaje Shakespeareano.

Tragedia de Macbeth, transliteración del siglo XI al XXI.

La danza, ficción & poesía sutil.

antologia Antología

dossier Dossier

narrar con imagenes Narrar con imágenes

leimos Leímos

reseña Reseña

cronica Crónica

miscelánea Misceláneas

 

 

reseña

reseña APUNTES LITERARIOS

 

 

Floridablanca

FLORIDABLANCA: Crónica de un poblado utópico en la Patagonia del siglo XVIII

Por Silvana Buscaglia

 

En un desolado paraje de Puerto San Julián (Pcia. de Santa Cruz), donde solo se oye el incesante ulular del viento patagónico, hoy permanecen como testigos inmutables del pasado las ruinas de una de las primeras colonias agrícolas fundadas en Patagonia: La Nueva Colonia y Fuerte de Floridablanca. Sus orígenes hay que rastrearlos hasta el plan de colonización español de la costa atlántica patagónica, puesto en marcha a fines del siglo XVIII de la mano de Carlos III y sus ministros ilustrados con el fin de reforzar la soberanía de España en sus posesiones meridionales, frente a las pretensiones británicas de apoderarse de las mismas.

Floridablanca

Como parte del mismo se fundaron tres emplazamientos principales a lo largo de la línea de costa entre los años 1779 y 1780: El Fuerte San José o de la Candelaria (Península de Valdés, Pcia. de Chubut), el Fuerte Nuestra Señora del Carmen (Carmen de Patagones, Pcia. de Buenos Aires) y la Nueva Colonia y Fuerte de Floridablanca (Pto. San Julián, Pcia. de Santa Cruz).
Particularmente en el caso de Floridablanca, las investigaciones históricas y arqueológicas han demostrado que la salvaguarda de la soberanía española en el litoral del Atlántico Sur y el fomento económico, no fueron los únicos motivos que impulsaron la creación de las colonias patagónicas. La singularidad del plan deviene del intento de fomentar en esta población un nuevo tipo de sociedad sobre la base de los ideales de la Ilustración española. Estos ideales apuntaban a convertir a la agricultura en la actividad económica principal, proporcionar a los vasallos condiciones iniciales de equidad para el aprovechamiento de la tierra, hacer de la familia conyugal el pilar de la sociedad y finalmente, fomentar entre el súbditos el valor del trabajo y las buenas costumbres para convertirlos en población útil.
De este modo, en el año 1778 se pone en marcha el plan de poblamiento que implicará la contratación y el traslado desde La Coruña hacia el Virreinato del Río de la Plata de decenas de familias de labradores procedentes de distintas regiones de España, siguiendo la promesa que les ofrecía el “Nuevo Mundo” de una mejora en sus condiciones de vida.

Floridablanca

Es así como en el mes de noviembre de 1780, a bordo de tres embarcaciones, arriba a la Bahía de San Julián el contingente poblacional de Floridablanca bajo las órdenes del Superin_ tendente Don Antonio Viedma. Sin embargo, la llegada no estuvo libre de contratiempos, ya que la fragata que transportaba al grueso del núcleo poblacional naufraga a causa de una mala maniobra en uno de los canales de la bahía. Afortunadamente no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, aunque si de animales y los bastimentos necesarios para el fomento de la colonia en su fase inicial.
Superadas estas primeras dificultades, los colonos se trasladaron tierra adentro a fin de instalar el poblado en un paraje sugerido por los tehuelches a principios de 1780, cuando se efectuó un viaje exploratorio a la Bahía de San Julián. El emplazamiento en el interior, y no en la costa como habría de esperarse, respondía a la necesidad de disponer de una fuente de agua dulce para el sustento de la población y el riego de los campos de cultivo.
Con una población inicial de 150 personas entre familias de labradores, funcionarios de la corona, tropa, maestranza y presidiarios, la colonia se fue construyendo poco a poco, de lo que dan testimonio la historia y la arqueología. Sin embargo, durante el primer año de vida la colonia debió enfrentarse al fantasma del escorbuto, el que se llevó consigo los sueños y la vida de cuarenta mujeres, hombres y niños.
La fortaleza y la voluntad de los colonos no flaqueó ante las numerosas dificultades que tuvieron que soportar, y la colonia salió una vez más adelante. Se construyó un fuerte en el que inicialmente se alojaron todos los pobladores hasta que progresivamente el poblado se fue ampliando. Se edificaron viviendas para las familias de labradores, viviendas para individuos particulares, un hospital, una panadería, una herrería, pulperías y cocinas colectivas para la tropa, un horno para cocer las tejas y ladrillos utilizados en las edificaciones, corrales para el ganado, entre otras cosas.
Uno de los aspectos que singularizan a Floridablanca fue la relación que se estableció desde un principio con la población tehuelche que habitaba San Julián. Desde el arribo de la expedición fundadora hasta que se produce el abandono del poblado, las relaciones con los indígenas fueron completamente amistosas y pacíficas. Tan estrechos fueron los vínculos, que los tehuelches instalaron su toldería junto al poblado, retirándola únicamente cuando sus necesidades así lo exigían.
La ayuda que proporcionaron los tehuelches fue vital para la continuidad de la colonia, como por ejemplo cuando la misma atravesó períodos de desabastecimiento y en los que los tehuelches, de manera completamente desinteresada, surtieron al poblado con carne de guanaco, aún cuando la toldería se encontraba alejada del mismo. En otras ocasiones, a veces realizaban favores tales como el préstamo de caballos, el pastoreo del ganado, la búsqueda de desertores o de guía en viajes exploratorios. Acciones tales como el cuidado de la población indígena durante la ausencia del Cacique Julián y sus hombres o el amamantamiento de una niña española por parte de la hermana del Cacique, dan cuenta del carácter estrecho de las relaciones entre colonos y nativos.
La convivencia pacífica marcó a las relaciones interétnicas. La ausencia de conflicto, de búsqueda de dominación por la fuerza por parte de ambos grupos o la no intención de evangelizar o civilizar a los indígenas por parte de los españoles, hicieron de Floridablanca un escenario casi utópico para las relaciones entre indígenas y europeos.

Floridablanca

A pesar de los progresos que logró la colonia gracias al encomiable esfuerzo de sus habitantes y la ayuda que proporcionaron los tehuelches, la recepción tardía de los informes sobre el estado del poblado determinó su destino a favor del abandono. Es así que en enero de 1784, a raíz de una Real Orden, la colonia de Floridablanca se abandona y se incendia para evitar su reocupación por las enemigas potencias extranjeras. La orden se cumple con gran pesar de sus habitantes y de los tehuelches que los acompañaron durante el corto período de vida de la colonia.
Aunque suene paradójico, su corta pero breve existencia justamente hizo de Floridablanca uno de los asentamientos del período colonial en Patagonia mejor preservados hasta la actualidad, dejando su indeleble huella en las páginas de la historia de nuestra Patagonia.

 

Subir

 

marta rosa mutti

perfil Marta Rosa Mutti

Avatares - Centro de narrativa y poesia

cursos y seminarios - apasionarte

libros - Marta Rosa Mutti

Asterion letrario

vuelo de papel

novedades Avatares

textos y contextos - Avatares letras

serviletras

contacto-avatares

 

avatAres apuntes literarios y algo más - Anuario de letras - Publicación de Avatares letras, Escuela de escritura - Te: (+54) 011-47685174 - centroavatares@yahoo.com.ar