Ella
Cuando Blanca Varela, poeta peruana, nacida en Lima en 1926, publica: Ese puerto existe - 1959 -, abre allí un punto de inflexión clave desde una poesía aguda, casi cortante en la que el silencio calla de un modo ominoso para abrir el espacio hacia el otro. Su obra es de una exactitud casi obsecuente, que le permite ser verosímil con un juego de luces y sombras, al que elige, para posar la mirada sobre los demás y sobre ella misma en pos del reverso y de las aristas ocultas. Una compleja búsqueda del equilibrio y justificación entre los mundos de adentro y de afuera, determinados por una línea tan fina como trascendente. Señala Octavio Paz de Blanca Varela: "Blanca Varela es una poeta que no se complace con sus hallazgos ni se embriaga con su canto. Con el instinto del verdadero poeta, sabe callarse a tiempo". De lo que es sencillo comprender que las palabras no determinan por exceso, sino por significado y su ausencia en tiempo y forma, lo cual provoca una búsqueda. Obtuvo el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en el año 2001, el Premio Ciudad de Granada 2006 y los premios García Lorca y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2007. Entre sus obras: Canto Villano, Ejercicios Materiales, Como dios en la nada, Donde todo termina abre las alas. Poesía reunida (1949-2000). Falleció en la ciudad de Lima en marzo de 2009.
En palabras de la escritora:
"Mi poesía es dura y desentona. A veces no tengo respeto por las palabras que son consideradas como poéticas. Yo uso lo que me sirve, eso lo heredé de Vallejos. Él hacía cosas maravillosas no le importaba torcerle el cuello a la gramática" Blanca Varela
En sus versos:
Strep Tease
Quítate el sombrero / si lo tienes / quítate el pelo /que te abandona
quítate la piel / las tripas los ojos/ y ponte un alma / si la encuentras.
Casa de Cuervos, Fragmento
Aquí me tienes como siempre /dispuesta a la sorpresa de tus pasos
a todas las primaveras que inventas /y destruyes
a tenderme -nada infinita- /sobre el mundo /hierba ceniza peste fuego
a lo que quieras por una mirada tuya /que ilumine mis restos / porque así es este amor /
que nada comprende / nada puede.
Juego amoroso
Las manos a la altura del aire a dos o tres centímetros del vacío
no se mirará nada preciso / la polvareda que pasa /
el inesperado cortejo de plumas arrancadas al vuelo / la nubecilla rosada y tonta que ya no es
el cierraojos y el ábrelos en la breve opacidad de una luz que no se ve
y el sueño pies de goma y azules y brillantes las estrellas rientes
párpado sobre párpado / labio contra labio
piel demorada sobre otra llagada y reluciente
hogueras / eso haremos a solas.
Él
Poeta chileno nacido en Lebú, Arauco, en 1917.
Ha recibido numerosos premios internacionales entre los que se cuentan: Premio Sociedad de Escritores de Chile por "Poesía Inédita" 1946, Premio Reina Sofía de poesía de España, Premio Octavio Paz de México y José Hernández de Argentina, además del Premio Nacional de Literatura de Chile en 1992 y del Premio Cervantes de Literatura 2003.
En la poesía de Rojas aparece esa mujer única entre todas, y que tiene un nombre propio Hilda, su esposa.
"La que duerme ahí, la sagrada, la que me besa y me adivina" Poema Vocales para Hilda.
Gonzalo Rojas enfrenta a la realidad de la que es actor y espectador, como a un todo que lo inquieta, lo seduce y lo angustia y con una aproximación sensual de cuerpo presente. Se deja entrever como un sujeto que no se distancia de su objeto de deseo, tampoco reduce una situación a un mero acto discusivo, sino que la trastoca en realidad concreta, asequible, próxima.
En palabras del escritor:
"-Yo no soy un poeta erótico. Yo escribo desde la palabra para exaltar el cuerpo. El poeta español Cernuda escribió una vez: Hay cuerpo, y eso es lo que hay: Cuerpo. Para mí el placer es algo sagrado. El parto es algo sagrado. El orgasmo es algo sagrado. Pero hay necios que creen otras cosas sobre el orgasmo, ese minuto bello y hermoso es para mí algo sagrado, repito. Hay otros poetas que escriben sobre erotismo, yo soy un poeta que escribe sobre el cuerpo.
-¿Qué se ama cuando se ama: mi Dios: a luz terrible de la vida o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué es eso? ¿amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura sus rosas, sus volcanes, o este sol colorado que es mi sangre furiosa cuando entro en ella hasta las últimas raíces?"
En sus versos:
Ponte el vestido rojo que le viene a tu boca y a tu sangre, / y quémame en el último cigarrillo del miedo / al gran amor, y vete descalza por el aire que viniste / con la herida visible de tu belleza. / Lástima de la que llora y llora en la tormenta. Poema Retrato de mujer, Fragmento
Brevedad
En tu mano cuando toca mi pelo / en tus olvidos.
en los silencios /sin besos / en tus sentires conmigo.
Anoche te he tocado y te he sentido /sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído /de un modo casi humano /te he sentido.
Palpitante, /no sé si como sangre o como nube /errante, /por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube, /oscuridad que baja, corriste, centelleante. Poema Oscuridad Hermosa, Fragmento.
Blanca Varela & Gonzalo Rojas
Ambos le han cantado al amor. Uno y otro fueron innovadores, sus poesías guardan un poder sonoro que involucra y que toca las fibras más íntimas del ser humano con palabras llenas de luz, precisas y sin adornos.
Su lectura nos deja un modelo en lo ético, lo estético, en los silencios, en la ironía. Y en la reflexión filosófica donde los opuestos: la vida y la muerte entran en contrapunto.
Sus poemas indagan los misterios del juego donde la realidad se ilumina por la presencia del erotismo. La pasión seduce en el lenguaje y desnuda los mundos del amor, el dolor, la desesperanza y la muerte.
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Blanca Varela y Gonzalo Rojas / Por Silvia Santilli